El origen de la Casa de Campo está ligada a la idea de Felipe II de fijar su residencia en Madrid, una propuesta que ya había sido gestada por su padre Carlos V. Será en 1561 cuando la corte se traslade a esta ciudad, que a partir de este momento sufrirá muchos cambios.
Esta decisión trajo consigo la rehabilitación y reforma del Alcázar además de la iniciativa de crear un gran parque que fuera digno de la monarquía. El proyecto sería conocido como Parque y Bosque del Alcázar y alcanzaría desde el Parque del Moro actual hasta los montes de la Moncloa y El Pardo.
La intención era que a los pies del palacio, el monarca tuviese a su disposición una gran alfombra verde que sirviera de recreo y de esparcimiento y que fuera una prolongación de su propia residencia.
Los terrenos de la Casa de Campo no pertenecían a una sola propiedad, ya que su extensión era muy amplia, pero hubo una gran parte de ellos que pertenecían a la familia de los Vargas. Fueron comprados desde la llegada al trono de Felipe II en 1556 y se completaron a la altura de 1582.
Durante muchos años, la Casa de Campo fue el lugar donde el monarca mantenía sus encuentros políticos y recepciones. Pero también le dio uso para una de sus aficiones: la caza; actividad que fue determinante para la conversión de este lugar en un Real Sitio.
No se conoce con precisión la fecha de construcción del palacete de la Casa de Campo pero lo que está claro es que esta construcción es un ejemplo claro de villa de recreo característica del Renacimiento.
El edificio, de proporciones y estructuras modestas, estaba formado por dos cuerpos de dos alturas. En las fachadas norte y sur se sitúan las entradas principales que marcaban el eje de la composición prolongado en el jardín delantero.
La modernidad de Felipe II se apreciará en la arquitectura de sus jardines. De influencia musulmana y flamenca, siguieron los modelos italianos que tanto admiraba el monarca. La canalización de las aguas y la colocación de las fuentes completaron la construcción del Real Sitio.
Más información en «Reales Sitios de Madrid» de Pilar Corella Suárez y Belén Gutiérrez Romero.
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