Mañana se celebra San Cayetano, el santo considerado patrón de la Providencia y protector de las parturientas. Cayetano de Thiene nació cerca de Venecia en el S. XV en el seno de una familia aristocrática y estudió derecho. Pasados los treinta años, se metió a sacerdote. Además de dedicarse al apostolado, fundó algunos hospitales que dedicó a los más necesitados.
La orden de clérigos regulares que él fundó, recibió en 1633 un oratorio situado en la calle de Embajadores, justo en el emplazamiento que hoy ocupa el templo en nombre de este santo. La iglesia de San Cayetano se convirtió en parroquia en 1869 cuando la cercana iglesia de San Millán fue derribada. Allí se trasladaron las famosas campanas de San Millán que anunciaban los ajusticiamientos de la Plaza de la Cebada.
Un incendio durante la guerra civil acabó con gran parte del tesoro artístico que allí se alojaba. Será en los años sesenta cuando se restaure con la importante colaboración de la aristocracia, entre ellos los Duques de Alba, que eran grandes devotos de este santo.
Las fiestas se mantuvieron pese a que hubo momentos difíciles. La famosa verbena de San Cayetano se extendía por todas las calles de este popular barrio que se engalanaba con mantones y farolillos desde primeros de agosto. Mañana, como en siglos anteriores, los vecinos se arremolinarán a las puertas de la iglesia para besar el pie izquierdo del santo.
Por la tarde, a las 19 horas tendrá lugar la misa y, a continuación, San Cayetano saldrá en procesión en una carroza decorada con flores. Por la noche, la verbena se traslada a los alrededores del rastro, la Plaza de Cascorro, la calle de los Abades, la del Oso y San Cayetano.
Más información en Fiestas tradicionales madrileñas de Reyes G. Valcárcel y Ana Mª Écija.
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