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plaza ramalesLa Plaza de Ramales enclavada en el Madrid de los Austrias es un paraje idílico, con mucha historia. El nombre primitivo de esta plaza fue el de plaza de San Juan, fue aquí donde se ubicaba la iglesia más antigua de Madrid, la iglesia de San Juan Bautista, construida en el S. XII. Si el viandante se fija minuciosamente en el suelo de esta plaza, comprobará que hay unas losas incrustadas que marcan el perímetro exterior de la extinta iglesia. En 1839 esta plaza cambia de nombre por el de Ramales, por la primera guerra carlista que tuvo lugar en la localidad cántabra del mismo nombre.

La antigua iglesia de San Juan Bautista albergó varias capillas, una de ellas, de la Orden de Santiago, congregación a la que perteneció el universal pintor Diego Velázquez. Por este motivo, cuando fallece en 1660, será enterrado en este templo. Sus restos descansaron en paz en este lugar hasta la llegada de José Bonaparte.

El hermano de Napoleón, apodado como el rey Plazuelas, se dedicó a abrir espacios en el centro de la ciudad, siendo una de sus víctimas esta iglesia. Lo que no se entiende es que en el momento de su demolición, nadie diera la voz de alarma de que los restos de Velázquez estaban allí. Durante el derribo, producido entre 1810 y 1811, no solo se acabó con aquella iglesia, sino que los restos del pintor desaparecieron para siempre.

Con el tiempo, se colocó en el centro de esta plaza una columna con una cruz de la Orden de Santiago, un símbolo que recuerda que bajo esta explanada se encuentra, en algún punto, los restos del afamado pintor. Otra pista de este secreto es la placa que señala el nombre de la plaza en la que aparece dibujado Velázquez.

Más información en Secretos de Madrid, de Manuel García del Moral.