Recientemente Ediciones La Librería ha publicado el libro «Frontones madrileños. Auge y caída de la pelota vasca en Madrid» de Ignacio Ramos. Hoy, 17 de abril a las 20.00 horas tendrá lugar la presentación del mismo en la Casa Vasca (C/ Jovellanos, 3), en el Salón Pello Aramburu.
En este libro se cuenta, entre otros, cómo surgió el famoso frontón Beti Jai, gloria de otro tiempo y que hoy se encuentra en un delicado estado de conservación pese a ser un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural.
La construcción del Beti Jai comenzó en 1893 y superó los dos millones de reales de presupuesto. Situado en la calle Marqués de Riscal, 7, el edificio reflejaba el eclecticismo típico de finales del S. XIX con fachada principal neoclásica y un graderío al estilo neomudéjar.
La estructura del Beti Jai era de hierro, un material que se empezaba por entonces a utilizar en grandes construcciones. Su ejecución tuvo bastantes irregularidades, al menos eso denunció la prensa, respecto al proyecto original, sobre todo, en algunos muros que hubo que apuntalar ante riesgo de derrumbe. Finalmente, los defectos fueron subsanados y el Ayuntamiento les concedió, finalmente, la licencia de apertura.
El 29 de mayo de 1894 se inauguró el Beti Jai con un partido de Portal y Manuel Gómez, Pasieguito, contra Beloqui y Tandilero. El evento atrajo a más de 4000 madrileños. Su dueño, el empresario e industrial José Arana contrató el mejor plantel de pelotaris del momento.
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