La calle del Clavel está entre las calles Caballero de Gracia e Infantas. Según cuenta la leyenda, una tarde, el rey Felipe III y su mujer la reina Margarita de Austria daban un paseo por la zona porque querían entrar en el convento de la Concepción Francisca, fundado por el Caballero de Gracia, que está en esa misma calle.
Cuando entraron, lo encontraron tan pequeño que a los pocos días volvieron con el duque de Lerma, recién nombrado arzobispo de Santo Domingo, el alcalde de la villa y el propio Caballero de Gracia. La intención de los reyes era pedirles las dos casas contiguas para ampliar el convento. Parece que, casualmente, las dos casas adyacentes pertenecían al alcalde y al arzobispo.
Entonces, el Caballero de Gracia se ofreció a regalar otra casa y el Duque de Lerma, para no ser menos, dijo que él daría un nuevo y amplio lugar para las monjas. Como no se ponían de acuerdo, la reina se agachó y cogió cuatro claveles de una mata que había en la huerta y entregó una flor a cada hombre, comprometiéndoles a que cada uno contribuyera a la ampliación del convento. Según otros autores, fue la madre abadesa la que entregó los claveles en lugar de la reina, pero la leyenda es la misma.
Más información en «Los nombres de las calles de Madrid» de Isabel Gea.
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