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Ayer concluía el concurso que, con motivo de la Feria del Libro, puso en marcha Ediciones La Librería. Un concurso de relatos breves en el que establecimos que primaría la originalidad y el estilo. Y así ha sido. Esperemos que os gusten.

Las dos ganadoras deberán pasar por nuestra tienda de la calle Mayor 80, con sus correspondientes DNI, para recoger los premios. Desde aquí les agradecemos la participación a todos los concursantes y les damos la enhorabuena a los afortunados.

El primer premio ha recaído en Vanesa Cordero Duque, con un relato personal y cargado de matices emocionales. Lo transcribimos a continuación: 

Estaba empezando a anochecer en el cuerpo palpitante de sus manos, hacía toda una vida que caricias ajenas no brindaban en sus palmas y éstas comenzaban a agrietarse como cada suelo que pisaba con sus zapatos rotos y cansados de tanto caminar.

Siempre se sintió besar por lo que a muchos otros les provocaba indifrencia o incluso burla, le estremecía vagar a solas por el alma de los ojos tiernos de ese vagabundo de poesía que cada día encontraba en la acera del centro comercial más concurrido de la ciudad. Ella, cuando lo veía a lo lejos se guardaba en los bolsillos las pulseras regaladas de su madre ya fallecida, se limpiaba el maquillaje de sus ojos color eternidad manchada de gris y se recogía su larga cabellera morena en una coleta de colegiala. Él, sin embargo, cuando la sentía acercarse se secaba las lágrimas, se limpiaba el rumor a tristeza de sus labios y se colocaba encima de su roída camiseta la manta más nueva y bonita que una vez un transeúnte amable le había regalado.

Él no lo intuía…ella alguna vez lo vislumbró en sus ojos….ambos eran fichas sueltas de algún juego que alguien había perdido en una noche de borrachera y olvido….y ambos querían a través de su apariencia mostrarle al otro que a pesar de todo no eran tan diferentes…el mismo vacío, la misma lluvia de siempre en la mirada y ese frío desgarrador que amamantaba los segundos que restaban para verse de nuevo y encontrarse el uno en el otro….sin soledad…sin abismos de hipocresía….solo miradas….solo esa canción que ya había empezado a sonar para los dos.

La segunda ganadora es Susana Cortés Cabezudo con el relato «Cinco minutos más», una historia íntima y sugerente. Es la siguiente:

CINCO MINUTOS MÁS…

Las seis de la mañana y las sábanas se revuelven rozándole la espalda con la característica pereza de despertador de cada mañana. Un beso en el hombro. Él, inmóvil, mantiene los ojos cerrados y finge que duerme mientras ella ya hace crujir el suelo del pasillo dirección al baño. Entreabriendo los ojos se descubre rodeado de un océano de baldosas que se vuelven amenazantes con el repiqueteo del agua en la mampara de la ducha. Vuelve a cerrar los ojos y ésta vez se sube el edredón hasta las orejas sintiendo como su aliento choca contra la tela y vuelve hacia sus mejillas.

Vuelve a soñar durante unos minutos pero de nuevo pasos crujiendo pasillo arriba y ella envuelta en una toalla blanca buscando su ropa interior en el armario. La mira desde la cama y se le escapa una sonrisa, trata de sacar fuerzas para levantarse, atraerla hacía si y convencerla para que pierda el tren de menos veinte pero para cuando logra extender un brazo, ella avanza silenciosa hacia la cocina con los tacones en la mano.

La oye remover las tazas, abrir la nevera…al rato el olor a café inunda las sábanas, el armario y las estanterías. Se levanta y atraviesa el mar de baldosas heladas a toda prisa, haciendo crujir las tablas del pasillo y llega a la cocina buscando ese beso en el cuello que supone el inicio oficial de la jornada.

Desde la cocina oye el «clac» apagado de la puerta de entrada, solo por cinco minutos más…