Los trabajos de restauración del la iglesia de Santiago Apóstol de Sevilla la Nueva sacaron a la luz el pasado mes de julio una cripta con al menos ocho nichos. Todo parece indicar que pertenecen a los condes de Sevilla la Nueva y que su origen puede remontarse al S. XVII.
El templo del S XVI está protegido por su valor histórico. La Comunidad de Madrid ha invertido en su recuperación hasta un total de 220.000 euros. Entre sus objetivos principales estaba reparar las cubiertas de la nave principal y el forjado del suelo del campanario.
El mal estado de la madera y de la estructura metálica de las cubiertas obligó a sustituirla en su totalidad, ya que ni siquiera reunía las condiciones necesarias de seguridad. Finalmente, se eliminó el falso techo de la nave sacando a la luz el aparejo original de la torre.
También se ha ubicado la pila bautismal en su espacio original, se ha sustituido el sistema de calefacción y de aire acondicionado por un sistema de suelo radiante. Por su parte, en el coro se ha retirado la carpintería metálica de cerramiento y se ha dejado este espacio abierto a la nave como en su origen.
Durante los trabajos de restauración se han descubierto unos espacios abovedados que se comunicaban mediante un arco de medio punto, entre el cierre de la cripta y el ábside. La estructura se identifica con una planta de cruz griega que podría estar relacionada con una edificación, ya desaparecida, anexa al templo original.
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