Recordemos que este museo es el mayor centro arqueológico subterráneo, con doscientos metros cuadrados de exposición. Se accede a él por la parada de Metro de Ópera y la entrada cuesta lo que un billete sencillo de transporte público: un euro.
Merece la pena observar los vestigios arqueológicos que fueron encontrados cuando se realizaban las obras de la estación. Todas ellas obras de ingeniería del S. XVI y XVII que servían para abastecer de agua a Madrid.
La Fuente de los Caños del Peral, el acueducto de Amaniel o la Alcantarilla del Arenal se pueden observar a través de mamparas de cristal. Para los que quieran tener una explicación concreta de estos restos pueden visionar el documental explicativo que se proyecta en la sala de audiovisuales.
Otra de las estaciones de Metro que cuenta con uno de los yacimientos con restos paleontológicos más importantes de la capital es Carpetana. Allí se muestran valiosos hallazgos del mioceno, como un oso- lobo, una tortuga gigante, un jabalí y un mastodonte de más de 14 millones de años.
Más información en «Madridiario».
Comentarios recientes