Hace algunos meses, Ediciones La Librería publicaba el libro «El Madrid de Tierno Galván. 25 años sin el viejo profesor». Hoy queremos ofrecer algunas señas de identidad del que fuera alcalde de Madrid entre los años 1979 y 1986.
Un regidor, imposible de clasificar en los compartimentos estancos de la vida política, Tierno Galván gobernó en los años en los que la vida social, cultural y política de nuestro país conquistaba la libertad. Y él supo darle el aire fresco que necesitaba la sociedad madrileña.
Tierno era madrileñista por todos los costados. Nació en 1918 en el número 4 de la calle de Calvo Asensio, en lo que entonces era el distrito de la Universidad que tomaba su nombre de la Universidad Central -precursora de la Complutense- situada en la calle de San Bernardo.
La infancia de Tierno Galván fue como la de los muchachos de su época. Repartió su tiempo entre las rudimentarias escuelas, juegos y juguetes de los años veinte. A los doce años se examinó para el ingreso en el Bachillerato. Y a los catorce, su familia se traslada a la periferia, al barrio de La Prosperidad.
Allí estudia en el laico Ateneo Politécnico. Probablemente de esos años le vengan las simpatías que tuvo por el anarquismo en su juventud. El salto de la vida bachilleril a la universitaria se vio interrumpido por la guerra civil. Durante la contienda, Tierno trabajó para el ejército de la República en una oficina de reclutamiento.Al tiempo, preparaba sus exámenes en el Ateneo de la calle Prado 21.
La guerra avanzaba y Tierno fue abandonando sus creencias anarquistas acercándose a opciones ideológicas más cercanas al socialismo. Ya en los últimos meses de la guerra se considera un fiel seguidor del doctor Negrín. Terminada la contienda, Enrique Tierno acaba sus estudios de Derecho y comienza los de Filosofía y Letras. Comenzaba su vertiginosa carrera que le convirtió en uno de los hombres más cultos de su era.
Más información en «El Madrid de Tierno Galván. 25 años sin el viejo profesor», de Juan Pedro Esteve García.
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