El Galerías Preciados de Callao, que todos recordamos y asociamos a las letras rojas fue el primer gran almacén de la cadena. Sobre un solar muy alargado el arquitecto Gutiérrez Soto supo vaciar el edificio existente demoliendo su interior respetando la fachada y la obra original.
Las construcciones de este arquitecto responden a un estilo ecléctico. Antes de la guerra había creado el Cine Callao, una muestra modernista, y el bar Chicote y el Barceló, ambos pruebas evidentes de la estética racionalista. Sin embargo, en la posguerra sus obras están ligadas a una línea nacionalista, como el neoherreriano Ministerio del Aire.
El antiguo Galerías Preciados es un edificio de Gutiérrez Soto del que no se sentía del todo orgulloso, «ya que tenía una serie de contradicciones marcadas por la época en la que fue construido: por ejemplo, la fachada cortina, en vez de ser en cristal y metal es de granito y ladrillo».
El sueño del modernismo quedó relegado para siempre. En la década de los noventa, el edificio fue reformado siendo coronado por un faro que se ilumina pero que nunca lo ha hecho. Es un resto del pasado aunque muchos pudieran pensar que la Fnac siempre estuvo allí.
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