Hoy, Día de los Santos Inocentes, es un día tradicionalmente común para ser objeto de una «inocentada». El sitio más recomendado para esta fecha es la Plaza de Santa Cruz. Los puestos navideños situados aquí están especializados en artículos de broma -para todos los gustos- y todo tipo de artilugios para la diversión.
A principios de siglo pasado, como ilustra la imagen, no eran frecuentes este tipo de puestos, sino los tradicionales de figuritas de Belén. Esta plaza, próxima a la Plaza Mayor, es un sitio muy transitado en estas fechas por los motivos anteriormente expuestos. Sin embargo, nosotros recomendamos que quiene recalen por aquí reparen en el Palacio de Santa Cruz, actual sede del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Una obra arquitectónica de Juan Gómez de Mora cuyo origen se remonta al S. XVII. Comenzó a construirse en 1629 y en 1634 albergará a la cárcel de la Corte, es decir, a los presos que pertenecían a las clases altas. En el lado izquierdo de la planta baja estaban los presos, mientras que en el lado derecho se ubicaban los escribanos. Justo encima de ellos, en la primera planta, trabajaban los alcaldes, mientras que en el otro ala se hallaban los tribunales y en el sótano, los calabozos.
Carlos III trasladará esta cárcel al desaparecido Convento del Salvador, a la espalda del edificio. Desde entonces, se convirtió en Palacio de Justicia hasta 1837, momento en que pasará a convertirse en sede de distintos ministerios (Ultramar, Estado y Exteriores).
Otro de los edificios destacables de esta plaza es la Iglesia que lleva su mismo nombre. En un principio, estaba situada en la calle de la Bolsa esquina Esparteros. Sufriría dos incendios, en 1620 y 1763 dejándola en un estado ruinoso hasta que en 1868 fue derribada. En este solar se formó la nueva plaza de Santa Cruz, la calle de la Bolsa y la prolongación de Esparteros. Hasta 1902 no se construyó la actual iglesia de Santa Cruz de la calle de Atocha, esquina Santo Tomás.
Más información en «Curiosodades y anécdotas de Madrid 2ª Parte», de Mª Isabel Gea Ortigas.
Comentarios recientes