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Madrid ha soñado con tener su propia catedral desde que Felipe II fijara la corte en la Villa, incluso hay un informe de 1567 que así lo recomienda. Fue un largo y tedioso recorrido que no se terminó a finales del año 1993, cuando el Papa Juan Pablo II por fin consagró la catedral.

María de las Mercedes de Orleans era muy devota de la Virgen de la Almudena e hizo todo lo posible, a principios del Siglo XX, para que se retomase la idea de hacer la catedral. Aunque desafortunadamente murió, su marido Alfonso XII, mantuvo su idea y siguió haciendo todo lo que pudo para llevar a cabo el sueño de su amada esposa. Así, la cripta de la catedral se inauguró como templo parroquial el 31 de mayo de 1911 con la idea de que allí reposasen su huesos, pero María de las Mercedes estuvo antes en una capilla de la basílica del Monasterio de El Escorial, hasta que le trasladaron a su lugar actual, en una lateral junto al altar mayor de la catedral. Como Bárbara de Braganza, María de las Mercedes no fue madre, por lo que al ser reinas sin descendencia no pudieron ser enterradas junto a los demás reyes en el Monasterio de El Escoria.

La cripta del la catedral está llena de nichos y mausoleos muy ostentosos que guardan los restos de personajes nobles y grandes de España. Podemos encontrarnos con personajes como los marqueses de Cubas y Fontalba, los marqueses Urquijo y otras familias adineradas como los Repullé, y Gurí.

Texto extraído de  nuestro libro ‘Curiosidades de los cementerios de Madrid´, de José María Escudero.

Cripta Almudena

Foto del Abc