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Foto: Carlos Osorio

Muchas de las calles de Madrid aún mantienen el rótulo Visita «G». En realidad significaba Visita General de la Regalía del Aposento y consistía en una visita o inspección que se realizó en 1740 con el fin de facilitar la recaudación de impuestos.

Para ello, se ordenó por primera vez en 1751 rotular las calles y numerar las casas y manzanas. Esto se hizo en unos azulejos de cerámica que aún se conservan en un gran número de casas del centro de Madrid.

Este sistema era muy confuso pues dio lugar a que hubiera varias calles con el miso nombre y números  de casas repetidos dentro de una misma calle ya que correspondían a distintas manzanas. Se dio el caso de que existían hasta cinco calles con el mismo nombre y calles con varias denominaciones.

Por esta razón, el marqués viudo de Pontejos, corregidor de Madrid, el 10n de marzo de 1835 abolió este sistema de remuneración por manzana. Y estableció el sistema de pares a la derecha e impares a la izquierda partiendo del punto más cercano a la Puerta del Sol. Este sistema se mantiene en la actualidad.

Además reformó el nombre de 240 calles, casi la mitad de las que existían por aquel entonces, implantando la costumbre de utilizar nombres de personajes y hechos gloriosos. A partir  de ese momento, el callejero será un reflejo de los cambios políticos que caracterizaron la segunda mitad del S. XIX.

Más información en «Curiosidades y anécdotas de Madrid» de Isabel Gea.