Actualmente sobreviven en Madrid hasta 37 conventos de clausura habitados por 515 hermanas religiosas. Sólo el Convento de la Encarnación y el de las Descalzas Reales se abren parcialmente al público. La razón son los tesoros artísticos que acogen. Pero éste no es el tema de hoy.
Esta es la última semana que celebramos de la Navidad, ya sólo queda que lleguen los Reyes Magos y con ellos una tradición muy dulce, su roscón. Se pueden adquirir en muchas de las pastelerías de Madrid, de elevado renombre y calidad, pero también en algunos conventos.
En el Convento de las Monjas del Corpus Christi situado en la Plaza del Conde Miranda y conocido familiarmente como «Las Carboneras», las diez monjas que habitan en él se dedican desde hace más de cincuenta años a la elaboración de pastas, mantecados y otros manjares.
Un telefonillo exterior comunica a las hermanas con los ciudadanos. Tras pasar algunos pasadizos y un patio interior se llega al torno, la ventanilla de la plataforma giratoria de madera a través de la cual se pueden comprar los pasteles, eso sí sin poder ver a las monjas.
El Convento de la Visitación o de las Salesas Nuevas, situado en la calle de San Bernardo 72, es otro de los conventos que dedican una parte de su tiempo a la repostería. Durante las navidades, especialmente para la Epifanía, elaboran unos roscones de Reyes deliciosos, tan populares, que se reservan -incluso- con meses de antelación.
Más información en «Madrid oculto» de Marco&Peter Besas.
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