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Inauguramos semana festiva donde las haya. La Navidad está a la vuelta de la esquina y con ella todo tipo de celebraciones religiosas y de otra índole. Porque en Madrid las festividades suelen venir regadas de vino y/o cerveza y mejores manjares.

Es por eso por lo que hoy trataremos de una de esas tascas con encanto que perviven en la ciudad de nuestros días. Nos referimos a «El abuelo», una casa fundada en 1906 por Baldomero Ortiz, situada en la calle Victoria número 12, y que hoy regentan la quinta generación de propietarios.

Esta familia oriunda de Casarrubios del Monte, en la provincia de Toledo, producía y vendía vino, al tiempo que distribuía vinos dulces alicantinos, como la mistela y el fondillón. Uno de ellos, de marca «El abuelo» se hizo famoso por su calidad y desde entonces, la tasca dejó de llamarse «La alicantina» para adoptar el nombre del vino.

En la actualidad mantienen estos vinos dulces al tiempo que producen un vino de Toro con marca de la casa. Gastronómicamente son conocidas sus gambas a la plancha, un producto que comenzó a servirse en la posguerra ante la escasez de pan, ya que no era necesario comerlo con pan. Llegaron a vender hasta 300 kilos al día.

«El abuelo» se hizo famoso desde entonces. En los años sesenta estuvo frecuentado por las cuadrillas tabernarias, los estudiantes y los soldados de permiso que acudían a degustar las exquisitas gambas. En aquellos años, llegó a haber un concurso en el que todas las semanas se regalaba un reloj al cliente que más crustáceos decápodos comiera.

Más información en «Tabernas y tapas en Madrid. Guía de tabernas madrileñas con historia», de Carlos Osorio.