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En 1920 se constituyó la sociedad Madrid-París, presidida por José María González pero de capital francés, que aportaba la Societé París France, accionista principal de la cadena Les Dames de France. La intención de la sociedad era edificar e inaugurar unos grandes almacenes, los primeros d Madrid.

Madrid se había sumado tarde a la moda del gran almacén que llevaba décadas triunfando en Barcelona y se había extendido desde allí, con éxito hasta Valencia, sin embargo cuando este nuevo formato comercial llegó a la Vila y Corte de la mano de la nueva sociedad, lo hizo a lo grande, con unas instalaciones que no habían de envidiar a los otros grandes almacenes europeos.

El edificio se levantó sobre un solar de unos 3800 metros que había de recaer al número 32 de la Gran Vía. Las obras comenzaron en 1921 pero las diversas huelgas y convulsiones políticas de la época motivaron que la construcción se prolongase hasta 1923. El inmueble edificado en hormigón bajo la dirección del ingeniero D. Jacobson, disponía de siete plantas con una superficie total que rondaba los 25.000 metros cuadrados. EL conjunto estaba inspirado en los Almacenes Lafayette de París y su interior se organizaba en torno a un gran espacio central iluminado por una gran claraboya. La accesibilidad a las plantas se verificaba a través de una escalinata monumental que conectaba el hall con el primer piso y mediante seis modernos ascensores. Los constructores fueron previsores en material de seguridad y se aseguraron de colocar en las torres que flanqueaban la fachada principal, sendos depósitos de agua como seguridad contra incendio. El proyecto original sufrió varias reformas durante su historia.

No se escatimó en el lanzamiento de este moderno almacén. El edificio costó 10 millones de pesetas, una fortuna en aquellos años, a su apertura el 3 de enero de 1924 acudió nada menos que la familia real: Alfonso XIII, la reina Victoria y la infanta Isabel, acompañados por una notable representación de la nobleza cortesana. Hubo el consabido lunch, los habituales agasajos y los brindis de rigor por el feliz futuro de los nuevos Grandes Almacenes Madrid-París.

Texto incluido en el libro: Comercios Históricos de Madrid .